sabato 21 novembre 2009

Pensamientos callejeros







Aquí estoy, sentada en el parque de Borgo, en un banco una hora antes de mi lezzione de italiano.

Y me siento tan sumamente bien, que casi me cuesta creerme que sea cierto.
No me creo que pueda estar sentada aquí, desde hace solo un mes, y sentirme tan acorde a los acontecimientos.
Será porque me imaginé sentada aquí desde hace tanto que estar es simplemente la consecuencia de mis actos. La consecuencia de mi pensamiento.

Por fin, la historia comenzó a escribirse, aunque con algunos acontecimientos inesperados.
El hecho de que el universo me sonría, se me representa en la sonrisa de un niño que pasea de la mano de su madre, esta tarde.
Un tapón de "spumante" perdido que se estrella contra mis ideas.
Giro la cabeza, y veo un elefante pasear por la calle principal, si si, quien podría pensar ver elefantes en la toscana.... pues mira.
Una estrella fugaz una noche oscura, que esperó a pasar por mi trocito de cielo en el mismo momento en el que casualmente miré hacia arriba.
Las sonrisas de ellos cada mañana, sus besos inesperados después de comer, los parpadeos mágicos, las miradas perdidas encontradas.
Canciones susurradas a media voz que hacen humedecer los ojos de su abismo.
Una puesta de sol en el valle, en mi camino de vuelta a casa.
El sonido del tren pasar cada media hora.
Sus manos abrazando mis dedos por la verja....
Son tantas las cosas que me hacen arrodillarme y simplemente ser y disfrutar que quiero grabarlas para siempre en mi memoria.

Si, es cierto que en cierto modo, haberte encontrado precisamente antes de volar me hace sentir que el destino puede ser jodidamente contradictorio. Pero eso es solo mi pequeña visión. Porque probablemente cuando este capítulo de mi aventura pase, todo cobrará sentido y podré ver todas las partes de la imagen que ahora no se me permiten ver.
Por otra parte el simple hecho de tu existencia, y el modo que tienes de hacerlo, aunque me haga plantearme un sinfín de preguntas, me hace sentirme jodidamente bien.
Pienso sinceramente que esta aventura no estaría resultando lo mismo sin ti en mis pensamientos diarios. Sin la posibilidad de sentirme en casa cada vez que te pienso.
Sin saber que en cierto modo vivo esto por ti también. Y porqué no, para ella y gracias a ella (S.)
Por ello, Namaste. Namaste al universo, y a todo lo que estoy viviendo.
Es el hola y adiós, el final y el comienzo, reverencia y saludo ante lo que se presenta ante mi.

*Transcrito de mi libreta, el otro día aspettando en el parque...

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miauuu