mercoledì 28 aprile 2010

Come sapere che pensi, se non mi parli





















Este es Marcello, uno de mis dos grandes amores toscanos, los tengo por la veintena, pero dos ocupan un rincón especial en mi corazón (el otro es Massi, como no).
Como no podía ser de otro modo,uno de ellos es esta criatura abismal, autista, hiperactivo e hiperviolento, mortagaz, más astuto que el hambre en épocas de posguerra, caótico, abismal y deliciosamente entrañable.


Desde el primer día que lo vi chupando el cristal de una ventana...me cautivó. Con sus ojos perdidos en ninguna parte,(y en todas a la vez)

Puedo decir que es el abismo más grande al que me asomado. Las ostias más bien dás que me han dado en mi vida, y las sonrisas más sentidas que me han regalado nunca.

Hemos tenido grandes momentos de tensión, le ha costado entender que solo se "desayuna una vez" en mi presencia, (y menos a los demás chavales), estuve dos semanas con la pierna izquierda de madera gracias a sus ataques de deglución masiva...jajaja.

Y hoy, que llevo unos días un poco tonta, le he levantado la mano porque tras pegar varias coces,se dirigía a comerse los cereales de Massi(el cabroncete sabe a quien elegir, siempre aquellos que no se van a quejar), no le he llegado a dar, ni mucho menos porque a levantado sus ojos de abismo y nebulosas y me ha mirado con miedo.

Si señores, yo, este puic de persona le ha provocado miedo a Marcello, la bestia abismal, y me ha dado una sensación de mierda que me ha durado toda la santa mañana, de hecho me rehuía hasta la hora de comer...pero luego al llevarle el plato del postre, le he pedido un beso y me ha puesto su mejilla (política de la casa, Marcello no da besos) con una sonrisa de esas que hielan el tiempo.

Sería el plato de dulce, sería que tenía ya el estómago medio lleno (nunca es suficiente comida para Marci), pero conociéndole, si está enfadado no pone mejilla ni sonríe.
Así que las penurias de estos días y la de esta mañana en particular, se me han pasado de golpe.

Ainss....pero que preciosorrrrr!








sabato 24 aprile 2010

Post Sicilianidades






Allora, queridas criaturas, este ser se encuentra vivo, sano y salvo otra vez en la Toscana. Muy a pesar de que ciertos parientes de Björk trataran de todo lo contrario.
Aquí me hallo, tras un lapso creativo y comunicativo con el mundo, en el que presicilianamente me dediqué a currar cual cerda y limpiar ojetes(literales y no tanto) ajenos. Después a dormir la siesta al sol de mi pradera y nada más reseñable que contar por estos lares.





Llegaron nuestras ansiadas vacaciones de la toscana, de la cual he de decir, que tanto la turka como yo estábamos hasta más allá de la webada, nos moríamos por ver el mar, por ver otra cosa que no fueran verdes colinas, y por desintoxicar nuestros cerebros atascados de discapacidad.

Ahora, he de decir que amo más todavía si cabe la toscana, sus verdes colinas y su vida social de -15. Pero todo a su debido tiempo.

Corría el 12 de abril cuando tras una intensa jornada de trabajo, Pinar y yo nos encaminamos cual flechas hacia la estación de autobús, rumbo a Firenze y de ahí a Pisa. Para volar a Sicilia. Tierra de promesas playeras, sol y alegría, de pigmeos sin educación, y de penurias sin nombre(pero estas dos últimas cosas las descubriríamos más tarde claro está).

La primera señal de que el viaje prometía, fue cuando estando en el aeropuerto de Pisa, antes de pasar por el detector de metales y demás, nos damos cuenta de que los billetes, oh maravilla habían desaparecido en un agujero negro temporal entre la cafetería del aeropuerto, un banco de la puerta, la mochila de Pin y nuestra habitación a VARIOS KM. BIEEEEEN!
Por suerte, aparecieron en la ventanilla de información, donde gentilmente este par de colipavas, los habían dejado "apoyados" para vayaustéasaber que otros menesteres.

Mas allá de este lapso indicador de inteligencia "precaria"(como diría ese gran señor pensador que es mi tío Juancarlos), llegamos a tiempo, volamos y llegamos a Palermo a eso de las 23 de la nuit.
Llegamos al punto de encuentro acordado con el que sería nuestro ángel de la guardia, padre adoptivo y anfitrión en Palermo: Daniele





Nos abrió las puertas de su casa, nos hizo de guía por Palermo, nos aconsejó que cosas ver, compartió con nosotras su nevera, amigos y bar favorito...

Con él hicimos varios paseos por Palermo, entre ellos visita a las Catacumbas (bastante FREAK experiencia por otra parte, no pude hacer fotos,tsc...)

Personajaco del quincemil, que contactamos gracias a couchsurfing, músico: bajista, pianista, toca el Ud (instrumento turko)y la pandereta, que se yo acabaría antes diciendo lo que no toca. Un tío de putisima madre en resumidas cuentas.





Los dos primeros días, los dedicamos a patearnos Palermo, el puerto, la catedral, las catacumbas, varios barrios de interés, entre ellos Ballaro, que es un lugar absolutamente caótico y genial, te puedes sentir en medio de Shangai, o de Calcuta, con solo mirar las ordas de personajes que te rodean, amén del espiritu ruinoso del lugar.



Pero que queréis que os diga, muchachos, prefiero este tipo de lugares a los barrios pijos extra llenos de bling bling(cualquier cosa que brille, que eso por estos lares italianos tiene muuucho tirón).

El mercado de Ballaro me pareció absolutamente caótico, infernal y delicioso. Pudimos meter nuestro culo a beber la birra más barata de la historia en un callejón, sentadas en dos cajas de cerveza que hacían las veces de silla(costumbre del lugar) y contemplar la vida nocturna.





Entre los personajes dignos de reseña, encontramos al equivalente a Don Vito Corleone, un señor de unos 70 y pico que se dedica a sentarse en una esquina a contemplar lo que antes eran sus dominios, y a tratar de mantener el órden, en cierto modo funciona, con su apariencia de abuelete sin más, allá donde haya una trifulca aparece él con su cara de incredulidad y tortuga relajada a poner órden. Y la gente le respeta de un modo increible.





El tercer día nos escapamos a Catania, en la otra punta de Sicilia, a tratar de ver el Etna, ya que Pinar me cogía de las faldas cual criatura de 5 años repitiendo que quería ver el Etna y demás. Llegamos a eso de las 2 del medio día, demasiado tarde para llegar al unico bus que te lleva lo más cerca posible, y las excursiones salían por un ojo de la cara, así que nos limitamos a "entreverlo" entre las brumas en la vía Etnea.



Por otra parte, he de decir que Catania me dió la impresión de tener mucha más clase.El centro histórico de la ciudad fue derruido hace dios sabe cuanto por un terremoto, y las gentes de la ciudad reconstruyeron todos los edificios con piedra volcánica, por lo que la ciudad es negra.No da la sensación de estar sucia por la contaminación, sino sencillamente de ser negra, cual huevo de hormiga. Allí, comimos el típico "rigattone alla norma" pasta con berenjenas, para entendernos, y la tipica "granita" de postre, un granizado de toda la vida, solo que lo hacen más picado todavía. Deliciosidades al fin y al cabo.





El cuarto día nos fuimos a bebernos el mar, a Mondello, un pueblecito costero la mar de bonic, que nos brindó la posibilidad de hacer de turistas en toda regla, es decir, cuando la mayoría de los residentes habituales del lugar, paseaban en manga larga Pin y yo nos torrabamos al sol, no es que hiciera como para ir en manga larga la verdad, pa mi que los equivocados eran ellos, jajajaja.


(bonico panorama de mis lorcicas al sol, bay de güey, hehehe)

Y bueno, la parte divertida llegó cuando tras el día de playa, y quemadicas cual guiris(más Pinar que yo la verdad, la pobre parecía un cerdo al horno, mas roja...) nos fuimos al aeropuerto para comenzar la andadura de desgracias que nos tendría cuatro días más pegaicas al ojete siciliano en el cual estabamos: Bolognetta(donde vive Daniele, y es peor todavía que Borgo...háganse cargo...)
El aeropuerto vacío, cuatro gatos pelaos desorientados y nostras con toda nuestra buena feis.
Habría molado ver nuestras caras desde la perspectiva invertida, al ver la cancelación masiva de vuelos.
Momentos varios de pánico, risas histéricas y absoluto ardor, llamamos a Daniele, a Nicla(nuestra jefa) y al otro hombrecillo que nos iva a acoger en Pisa.
Daniele nos dijo que no nos preocuparamos que nos iría a recoger a Palermo a eso de la una de la madruguada cuando acabara de currar (en una boda tocando) y que nos podíamos quedar en su casa sin problemas.
Háganse cargo señores, once de la noche, con una pinta de turistas que flipas en medio de las calles semidesiertas (de gente normal claro, porque personajes había un huever) de Palermo...chaaaaaaaaaaaan!


Nos dirigimos al único lugar que conocíamos que medianamente nos brindaba la posibilidad de mantenernos a salvo hasta la hora acordada. Un pub llamado Jackass. 23:00 zulú, dos turistas mochileras aún con el bikini debajo de la ropa, un concierto la mar de apañao con versiones de Depeche Mode y demás ochenteces y birra a mansalva. Así que nos creíamos a salvo, y digo creíamos porque una orda de sicilianos salidos se avalanzó hacia nosotras con miraditas del tipo, uy mira que tias mas raras, las dos sin pelo, mira parece que viajan que llevan dos mochilacas, uy que igual son lesbis, uy que morbo y que asco doy....


En fin, varios intentos de asesinato (fallidos) más tarde, doscientas birras y unas risas histéricas acerca de nuestra mala suerte, llegó "il nostro babbo" a recogernos.
El resto de los días, los puedo resumir en no hacer nada porque la pasta se acababa por momentos, ver pelis en el sofá de Daniele, crear planes fallidos de escapada de la isla del terror, llamadas sin fin para cancelar una vez más nuestra llegada, visitas incontables a la página web de ryanair, ardor y risas, clases de cocina: tortilla de patatas, mucha música en vivo(momentos de ida de pelota de Daniele, creemos que duerme abrazado a su Ud...jajaja)
y finalmente la compra de los billetes de ferry para volvernos a la toscana.
En resumidas, podemos decir que: más de 30 horas de viaje, si sumamos las caminatas, buses, trenes y ferry, ni un duro en el bolsillo, tener en colarnos en varios buses "validando" billetes viejos de tren para hacer el paripé, tener que pedir un euro en la estación porque NO NOS COGÍAN LOS CÉNTIMOS! holaaaaa....

En fin....... pero por lo menos llegamos a tiempo para despedirnos de Lusy, nuestra querida armenia...que volvía a su Armenian apagat. Ciao Piccola!

Y tras todo eso, me paro a analizar que lo que más echo de menos, lo único que me volvía loca según pasaban los días, era el no poder verte aunque fuera por el skype. Estos días como ya te dije, me han dejado demasiado tiempo para pensar, para recordarte con todo detalle y para morderme más allá de los muñones las ganas que tengo de pillarte por banda...jajaja
(sonará a lo que quiera sonar, que para eso es mi blog coño ya!)





Y hasta aquí llega el post más largo de la historia de este blog, muriendose una de ardor, echando de menos kilométrica, ocenánica y mastodónticamente. Te amo piccolo.