En sus manos se leía la urgencia de cinco años en silencio.
Por cada linea de las palmas corrían todos y cada uno de los días,
en los que había deseado hacer lo que ahora parecía estar soñando.
En cada pliegue y cada marca de sus dedos se leía la incredulidad,
al rozar timidamente aquella piel por primera vez.
La urgencia podría haber dominado los renglones de ese instante,
pero sus dedos sabios por la espera,
relamían lentamente cada centímetro de aquel cuello.
Así del mismo modo en el que susurraba su tacto en sueños,
por temor a despertarse.
...shhh...despacio, no fuera a ser que una ráfaga de impaciencia
le devolviera unos ojos tristes.
1 maullidos:
Solo leer la primera frase, me ha recorrido un escalofrio de felicidad por todo el cuerpo...
no more than words
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miauuu